miércoles, 29 de abril de 2009

¿Cómo trabajar la resolución de conflictos en el aula?

En la actualidad, una de las principales preocupaciones de los docentes son las cuestiones relacionadas a la indisciplina escolar. Frente a este panorama el doctor Roberto Re, médico psiquiatra, director y fundador, de la RED SANAR, la ong más grande en nuestro país en asistencia gratuita en salud mental, presenta una serie de pautas para trabajar lo conflictos en el aula. Para lo cual, considera de vital importancia psicoeducar al alumno para que aprenda a expresar sus sentimientos y preferencias de una manera directa, honesta y adecuada, es decir, darle las herramientas necesarias para que alcance una conducta asertiva.

Con el objetivo de trabajar la prevención e intervención en la violencia escolar, manifestada en la agresividad de los alumnos entre sus pares y para con los docentes, es necesario desarrollar técnicas de restructuración cognitiva, ya que una persona con deficiencia en habilidades sociales y comunicacionales puede ser generadora de distorsiones en el pensamiento, como de creencias de conductas disfuncionales. Así también, el modo de procesar la información y de comportarse inadaptativamente, puede impedir el desarrollo de un comportamiento asertivo, el cual se caracteriza por ser respetuoso hacia los sentimientos de la otra persona y facilitador de la comunicación bidireccional. Una persona asertiva es quien afirma con certeza.
Desde un enfoque práctico decimos que una persona es asertiva cuando se comunica con otro, de manera directa, honesta, y adecuada, teniendo en cuenta el contexto. El docente debe trabajar para crear competencias asertivas en sus alumnos, desarrollando habilidades para manifestar las propias necesidades sin perjudicar a otros. Las tareas para el hogar y el aprendizaje práctico facilitan el logro de los objetivos educativos.
Un programa psicoeducativo en asertividad busca alcanzar los siguientes objetivos:
Formar personas asertivas.
Contribuir a mejorar la comunicación en comunidad y en comunión solidaria.
Estimular al alumno a resolver los problemas interpersonales a través del diálogo.
Concienciar a los alumnos, en la asertividad como actitud y conducta capaz de ser transformada a través de la psicoeducación.
Propiciar el estilo y el hábito asertivo en las relaciones humanas.
Por otro lado, este método permite apoyar un funcionamiento interpersonal más efectivo en la persona que, o bien es excesivamente pasivo o demasiado agresivo.
La dinámica en el aula se desarrolla de la siguiente manera, el profesor introduce el entrenamiento en habilidades sociales y asertivas definiendo cuales son las conductas y actitudes que no corresponden con el comportamiento asertivo. En este caso, se plantean dos conductas que forman parte de los extremos en el espectro de conductas sociales: El comportamiento agresivo y el comportamiento pasivo.
Es necesario aclarar que aunque en cada uno de nosotros pueda haber un predominio de uno de estos comportamientos, en muchas ocasiones, una misma persona puede tener respuestas que sean acordes con el estilo contrario. Es decir, una persona generalmente agresiva puede comportarse pasivamente ante determinada persona o situación.
El entrenamiento en asertividad es otra herramienta para disminuir y controlar la ansiedad y la depresión. Un comportamiento asertivo, generalmente, no es gatillador de ansiedad y depresión. El aprendizaje y práctica de esta conducta, puede actuar de manera preventiva en el desarrollo de estas emociones y trastornos, así también como un útil recurso para su tratamiento y sanación.
Contamos con ejemplos de muchas personas que han caído en una depresión o en un trastorno de ansiedad por no haber expresado sus sentimientos, o por no haber asumido un rol activo en seguir y alcanzar sus propios objetivos vitales. Además, los comportamientos no asertivos suelen estar vinculados con trastornos gástricos, dolores de cabeza y de espalda, y otros síntomas de tensión.
El docente debe hacer uso de ejemplos para facilitar en los alumnos la comprensión de la teoría y de la importancia de adquirir e incorporar a su vida esta habilidad. Se debe estimular en ellos, la modificación de las conductas pasivas o agresivas a cambio de un comportamiento asertivo y el ejercicio de un rol activo, se destaca para esto, la alta eficacia que tiene la asertividad en la disminución de la disforia (tristeza), la ansiedad y la sintomatología física.

Guión para el Entrenamiento Asertivo

En el entrenamiento en asertividad y habilidades sociales se hacen necesario trabajar mediante el modelado y el rol-playing. El coordinador deberá psicoeducar a los alumnos acerca de la importancia de estas prácticas y alentarlos a tomar parte del rol-playing. Se fomenta una participación activa de parte de todos lo integrantes del grupo, mediante un acercamiento gradual a la actividad:
El primer paso es proporcionar un guión; luego se presentan temas generales seleccionados, para finalmente pedir a los alumnos ejemplos personales que los ayuden a incorporar la teoría y la práctica a su propia vida. Previamente a la presentación y practica de varias habilidades sociales especificas, se resalta la importancia del “feedback constructivo” como una competencia de comunicación.
Uno de los pasos fundamentales en el entrenamiento asertivo es pasar a escribir un guión a seguir para conseguir el cambio de conducta. El guión consiste en un plan escrito para afrontar la situación problemática de una forma asertiva. Distinguimos en él seis elementos:
EXPRESAR. Como primera medida, cuando uno debe afrontar una situación problemática es necesario que defina cuidadosamente cuáles son sus derechos, deseos, necesidades y sentimientos respecto de la situación. Es importante no caer en los reproches, en el deseo de herir y en la autocompasión, ya que obstaculizan el desarrollo de una comunicación asertiva y saludable. Definir su objetivo y tenerlo presente cuando esté tratando el cambio.
SEÑALAR EL MOMENTO y un lugar adecuados para que usted y la persona en cuestión puedan hablar del problema libre y tranquilamente. Este punto puede no ser necesario cuando las situaciones que desea afrontar de forma asertiva sean espontáneas, tales como que alguien intente pasarle delante en una cola.
CARACTERIZAR LA SITUACIÓN. Es fundamental definir el problema de la forma más detallada posible.
ADAPTAR. Expresar los sentimientos a través de mensaje en YO o mensajes en primera persona. A través de esta técnica podremos decir lo que sentimos sin juzgar, reprochar o culpabilizar al otro o sus conductas.
Por ejemplo, en lugar de decir “eres un desconsiderado” es más efectivo para la interacción “me siento herido”. Lo que hacen es unir la afirmación que describe el sentimiento a la conducta de la otra persona que la provoca. Por ejemplo, “me sentí herido cuando te fuiste y no me dijiste ni adiós”. Compare la claridad de esta frase con el siguiente reproche: “me sentí herido porque fuiste desconsiderado conmigo”.
LIMITAR. Aprender a poner límites saludables es todo un estilo sano de vida. Mediante una o dos frases claras señale cuál es su objetivo. Sea concreto y firme.
ACENTUAR. Ante la posibilidad de obtener lo que desea si cuenta con la cooperación de la otra persona para que ésta colabore, es necesario expresar las consecuencias negativas que traerá su falta de cooperación.
Como regla nemotécnica visualice la palabra ESCALA y sígala en ese orden: expresar, señalar, caracterizar, adaptar, limitar y acentuar.
Conclusión:
La alfabetización de las emociones y sus estrategias son fundamentales para hacer frente a las crisis complejas de la sociedad en general y de la educación en particular. El desarrollo de inteligencias múltiples asociadas a estrategias cognitivas con integración comunitaria, valores y espiritualidad proveen inmunidad y son verdaderas vacunas contra la violencia y la agresividad que existe en el mundo actual, en tanto la escuela es parte de esta sociedad no es ajena a esta realidad.

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